Crònica de Brussel·les.

El passat 31 de maig vàrem marxar cap a Brussel·les a recolzar al nsotre benvolgut amic Sven. L'1 de juny presentava el seu llibre sobre el brigadista Internacional Piet Akerman que va publicar juntament amb Rudi Van Doorslaer. L'acte es va dur a terme a la seua del CEGESOMA. Unes 60 persones assistiren a l'acte que es va completar amb la presentació d'una base de dades elaborades per François Van Pelt a partir dels arxius de Moscou i amb la projecció del documental les mamàs belgues amb el conseqüent debat i preguntes a Sven.
Abans vàrem marxar a la televisió belga BX1 on es va entrevistar a Sven per explicar el projecte del documental i donar a conéixer com des de les institucions públiques, en este cas des de la Diputació e Valencia i l'Ajuntament d'Ontinyent es recolzava les activitats envers la memòria democràtica. El periodista es va quedar estranyat com a l'estat espanyol, amb un govern del PP, es donava suport a un projecte com este. Afortunadament a València, com molt be va dir Sven, això no ocorre.
Per la vesprada, a les 19:30 hores es tornava a presentar el documental en el centre cultural Federico Garcia Lorca de Brussel·les. Allí vaig tenir l'oportunitat de conversar amb xiquets, que ara tenen més de huitanta anys. Luis Álvarez Fernàndez, asturià però de nacionalitat belga trau de la butxaca una postal fotogràfica del Convent dels Pares Franciscans encara per reformar com a Hospital, enviada a Brussel·les el 23 d'abril de 1937, amb una signatura il·legible. La tasca que cal fer ara és identificar qui l'envia per saber si era altra infermera, un metge o un brigadista internacional. Després d'escolat a Rosariet, a Manolo Rquena i al Pare Sendra a Brussel·les parlant d'Ontinyent, en vas entrar un tremolor al vore que un home que parlava castellà m'ensenyava una foto d'Ontinyent de 1937 en el cor de Brussel·les.

Però la cosa no queda ací. Al mateix centre Cutlral Federico Garcia Lorca, després de gaudir dels poemes musicats i cantats per dos joves belgues, que varen captivar als allí presents, vaig gaudir dels dibuixos d'altres xiquets refugiats, en aquesta ocasió de Síria, que allí estaven penjats. Igual que fa 80 anys feren els xiquets espanyols ara ho fan els xiquets de Síria. Una volta més el poble belga mostra la seua solidaritat amb els més dèbils, els xiquets i xiquetes. Aquell mateix centre acull "le petit ecole", projecte educatiu i pedagògic molt interessant amb el que col·labora l'amic Jos Bertrand. Amb iniciatives com aquesta es construeix una Europa diferent plena de solidaritat, tolerància i compromís. Desafortunadament no és la imatge que un veu als carrers de Brussel·les quan en girar el cantó, trobes un camió militar i soldats fortament armats. Que pena, dóna malícia que en una Europa que diuen avançada encara s'utilitze la força per resoldre un problema. Que s'ha fet malament?











En aquella vetllada vaig poder dirigir-me al públic, als allí present, uns àrabs, d'altres argentins, valencians, asturians, belgues i segur que de molts altres països i cultures i religions diferents que tots venien a vore "Les mamàs belgues". Gràcies a Sven , que va fer de traductor, vaig poder dirigir estes paraules que ara vos deixe tot seguit. 

Com us deia este és el text que vaig pronunciar l'1 de juny a Brussel·les.

Hace unos días leí un artículo de Almudena Grandes. Decía que no se podía hablar del final de la GCE hasta que desapareciera el miedo ha hablar de las barbaridades, a hablar sin miedo de lo que sucedió. Eso lo escribió hace 16 años y todavía en la actualidad existe esa reticencia a hablar de la guerra, de la guerra de los vencidos, de los humillados. Decía Almudena que la guerra Civil Española terminaría en el momento en que ni una sola persona necesite bajar la voz para contar su historia.

Quizás ahora ya no hace falta bajar la voz para poder contar y visibilizar aquello que sucedió ahora hace 80 años. Esa es nuestra intención la de que en nuestra tierra, en Ontinyent, en Valencia y por extensión el resto del estado español, sepamos de la existencia de un grupo de mujeres valientes y solidarias que defendieron la democracia. 
Ahora después de tantos años un belga, Sven Tuytens y un valenciano, el que os habla, unen esfuerzos por contar una historia, silenciada tantos años.
Son pocas las instituciones que en la actualidad se atreven a hablar de memoria histórica, de memoria democrática, de recuperar la memoria de aquellos que padecieron persecución y muerte por defender la democracia.
También son pocos los medios de comunicación que se atreven a tratar en sus medios la memoria histórica y la recuperación de la trayectoria democrática española que trunco el fascismo.
Afortunadamente en la ciudad de Ontinyent y desde del Ayuntamiento se ha empezado ha hablar con claridad de la memoria democrática constituyendo una comisión pera la recuperación de la memoria histórica y como decía la moción presentada en febrero de 2015 “recuperar nuestra memoria y por encima de todo, la memoria de los que no han tenido memoria, de los condenados al silencio, a callar, a esconderse hasta el punto de no poder llevar flores al cementerio”.
Este proyecto lo respaldan todos los partidos políticos con representación en el pleno del ayuntamiento, todos. Se está trabajando en la recuperación de los cuerpos de 15 personas que fueron fusiladas en las tapias del cementerio de Ontinyent y que en la actualidad aún no han recibido un entierro digno.
Por encima de todo están las personas y con ese objetivo se pretende sustentar el andamio que permitirá recuperar la memoria de estas personas que el único delito que cometieron, si se puede calificar de delito, fue defender la democracia. 
Con el documental “las mamás belgas” contribuimos en la recuperación de un espació y un tiempo donde hablar, desde la normalidad y la rigurosidad, propio de un discurso coherente, de aquello que sucedió hace tantas décadas.
Es un trabajo que aglutina el esfuerzo que diferentes personas han realizado de manera dispersa. Es hora de unir esfuerzos para dejar constancia de las historias de vida de un grupo de mujeres, jóvenes, comprometidas que viajan para defender la República Española.
El día que presentamos el documental en Ontinyent, los allí presentes fuimos testigos de un hecho histórico, lleno de sencillez pero a la vez respetuoso y valiente.
En las butacas del Teatro Echegaray, había sentadas personas pertenecientes a partidos políticos y colectivos de diferentes ideologías, que difícilmente en otras circunstancias, podían estar sentados participando de un acto dedicado a la recuperación de la memoria.
Eso se consiguió el 14 de abril de 2016 gracias a las enfermeras belgas, a las conocidas mamás belgas, que tantos años después siguen presente entre nosotros, generando inquietudes y permitiendo que hablemos de ellas, pero también de la memoria histórica y democrática.
Otro detalle que no se debe dejar pasar en aquel día fue no solo la presencia de personas, de hombres y mujeres mayores, entonces niños y adolescentes que conocieron el Hospital Militar Internacional sino también la presencia de jóvenes que se acercaron a conocer esta historia, para ellos desconocida.
Es una tarea difícil pero que debemos afrontar y empezar a hablar de con normalidad. Hemos de tener la capacidad, 80 años después, de hablar de estos temas desde la madurez democrática y la tolerancia con un objetivo claro de conocer nuestro pasado, recuperar los espacios de la memoria y explicar la historia desde un discurso tolerante, respetuoso y sin partidismos distorsionantes.
Creo que con lo que estamos haciendo ahora y aquí, sin duda alguna, estamos contribuyendo a este fin.
Muchas Gracias
Joan J. Torró Martínez.

Bruselas 1 de junio de 2016

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